FAQ

Preguntas frecuentes

¿Tienes preguntas?, Yo tengo mucho que contarte…

Estas son algunas dudas que yo tenía antes de ser terapeuta y cuando he estado pensando en ir a terapia (ahora no la dejo por nada).

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¿Por qué ir a terapia?

Otras funciones que busca la psicoterapia son:

  • Regulación nerviosa: Tu sistema nervioso y tu cuerpo evolucionó durante millones de años para sentirse a salvo y satisfecho cuando tiene la seguridad que da la compañía y presencia de otros seres humanos. Evolutivamente, es la manera que nuestro cuerpo tiene para asegurarse que asegurar nuestra supervivencia: que no estemos solos si hay peligro, enfermedad o dificultad. Por este desarrollo de nuestro sistema nervioso, estamos cableados para que cuando otra persona nos refleja nuestras emociones, experiencias y existencia, cuando hay otros con quienes compartir momentos significativos, actividades lúdicas y espirituales, nuestro cuerpo tiene una serie de procesos biológicos que nos ayuda a sentimos tranquilos, a salvo y equilibrados aún en etapas de dificultad.
    Sin embargo en los últimos cuatrocientos años la humanidad en general ha tendido a maneras de vivir tremendamente solitarias e individualistas y con condiciones que no apoyan ese proceso de regulación de sistema nervioso. Ese recurso tan primitivo que es la co-regulación (regulación del sistema nervioso a través de relaciones sociales significativas) ya no está ampliamente disponible en nuestra manera de vida como lo estaba hace cientos de años. Por ello crear situaciones intencionalmente que promuevan conexión genuina se ha vuelto tan vital y necesario para nuestro bienestar emocional y hasta fisiológico. Esta es una de las funciones más importantes que resulta del proceso terapéutico.
  • Experiencias correctivas: las personas acumulamos un montón de experiencias traumáticas (cualquier situación que abrume a nuestro sistema nervioso es un momento y no tenga ayuda para procesar) que van teniendo impacto en nuestro sistema nervioso y capacidad para tener relaciones y experiencias gratificantes. Por ejemplo, a algunas personas en su familia se les enseñó que el enojo era malo, o que pedir ayuda no es deseable, o que no se puede confiar en las personas, o que disfrutar su cuerpo está mal. Como resultado esto lo cargamos por años en todos los aspectos de nuestra vida. En el contenedor de terapia las personas podemos volver a relacionarnos con nuestro enojo y aprender a expresarlo, podemos practicar pedir ayuda y reconocer nuestras necesidades, podemos tener la experiencia de poder confiar en otra persona, y podemos adoptar nuevas creencias y prácticas que nos ayuden a disfrutar de nuestro cuerpo. En terapia el cliente tiene nuevas experiencias que ayudan a corregir y sanar las experiencias dolorosas del pasado.
  • Exploración y re-significación: de nuestro presente y nuestro pasado: muchos de nuestros patrones y maneras de vivir están basados en el significado que le dimos a nuestras experiencias pasadas y cómo interpretamos lo que vivimos día a día. Muchas de esas interpretaciones vienen de nuestro núcleo familiar, incluyendo lentes y filtros que apoyan nuestro bienestar y otros que nos perjudican. Nuestros padres, abuelos y ancestros tuvieron su propio trauma, sus propias experiencias que nadie les ayudó a desmenuzar e integrar. Y todo esto lo heredamos y lo pasamos más delante. Contar con la ayuda de mentores y terapeutas que nos ayuden a cortar ciclos, reconocer patrones, trabajar en nuevas creencias y dar otro sentido a lo que vivimos es un gran apoyo y tiene un gran impacto en cómo vivimos nuestra vida.
  • Herramientas de vida: muchos de nuestros malestares emocionales y espirituales vienen porque no tenemos las herramientas para trabajar con lo que nos trae la vida. Nadie nos enseña cómo relacionarnos con los diferentes sistemas de apego de nuestros seres queridos, a escuchar nuestro cuerpo y expresar nuestras necesidades sin exigir a los demás que nos las cubran, a calmar nuestro sistema nervioso y expandir nuestra capacidad para la incomodidad sin necesitar sustancias o escapes, o cómo sostener nuestra propia verdad al mismo tiempo que sostenemos la realidad de otra persona cuando éstas parecen ser contrarias y estar en competencia, nadie nos enseña cómo cuidar de nuestro ser para que no sea consumido y borrado por las reglas sociales y culturales que tan a menudo no tienen nuestro bienestar e individualidad en mente. La psicoterapia da muchas herramientas que no se enseñan en nuestro núcleo familiar ni en las escuelas, pero que son tan necesarias para la vida.
        ¿Qué el apoyo de mi familia, amigos, compañeros de trabajo no es terapia?

        Las relaciones son extremadamente importantes en la vida de una persona en general. Estudios indican que son el factor que más impacto tiene en los sentimientos de realización y bienestar en las personas. Sin embargo cada relación cumple una función diferente: nuestras relaciones con amigos, familia, pareja pueden ser de mucho apoyo y muy sanadoras, hasta amplían y aceleran los beneficios de la psicoterapia, pero no sustituyen los beneficios que da la terapia. Por ejemplo, aunque no es posible ser objetivo al 100%, los terapeutas recibimos entrenamiento para relacionarnos lo más libre de juicios, sesgos y otros lentes de valores personales que puedan nublar cómo vemos al cliente, las relaciones personales a menudo no están libres de estos juicios y sesgos, y a veces son fuente de mucho dolor y dificultad. Este es uno de los aspectos más sanadores de la terapia. El sentir que otra persona NO nos está viendo, midiendo y calificando según su propia escala de valores, y que alguien nos puede ver lo más neutralmente posible por lo que somos y no de acuerdo a si actuamos de la manera que otros esperan de nosotros. Para muchas personas tener esta experiencia de ser vistos libres de juicios y expectativas es algo que viven por primera vez en terapia. A través del tiempo y consistencia, al repetidamente sentir en tu cuerpo cómo pueden ser las relaciones con más libertad, entendimiento, e intencionalidad, puedes repetir esta manera de relacionarte en otras áreas de tu vida.

        ¿Tengo que tener un objetivo específico o haber vivido algo traumático para ir a terapia?

        No. Hay una creencia errónea de que sólo los que han tenido algún gran evento para necesitar terapia (algún accidente impactante, recibir actos de violencia física o sexual evidentes, vivir la pérdida de algún familiar o pareja, o pasar por un divorcio o pérdida de trabajo). Pero la verdad es que absolutamente TODOS los seres humanos tienen trauma en su cuerpo, y que la gran mayoría del trauma son cosas que no son muy evidentes pero que aún así afectan nuestra vida. Muchos clientes inician terapia por un evento evidente en específico, y terminan descubriendo que hay mucha dificultad, entumecimiento emocional, bloques relacionales, estancamiento energético que no saben de dónde vienen. Nuestro sistema nervioso es infinitamente inteligente y no nos muestra cuánto nos afecta algo si no tenemos el soporte adecuado para procesarlo y vivirlo. Y cuando por fin siente que tiene apoyo incondicional (ya sea en una relación romántica, amistad, mentor o en terapia) al tratar la situación del presente, sale todo nuestro dolor y heridas que no han sido procesados ni integrados por años. La gran mayoría de las cosas con las que necesitamos ayuda no las sabemos hasta que nos comprometemos a hacer este trabajo interior con nosotros mismos.

        ¿Cuáles son algunos temas que la gente trabaja contigo?

        Como te comparto en la pregunta anterior, la mayoría de las personas que viene a terapia, vienen por un evento en concreto y al poco tiempo descubren otras muchas cosas que quieren explorar. Pero algunos de los temas que traen a mis clientes a empezar con terapia son:

        • Una etapa de gran dificultad con un ser querido (pareja, pariente, amistad)
        • Una transición difícil: cambio de ciudad, divorcio, cambio de profesión, orientación sexual, un nuevo rol en su vida.
        • Pérdidas: de trabajo, de seres queridos, de estatus económico o social, de identidad, confusión espiritual.
        • Identifican un patrón que han seguido repitiendo por años y no saben como cambiar (relaciones románticas con el mismo patrón de persona, comportamientos que autosabotean sus deseos, el lograr una cosa buena después de mucho esfuerzo e inmediatamente perderla, hábitos de adicción por ejemplo redes sociales, televisión, comprar compulsivamente, crear caos en sus relaciones)
        • Todo tipo de insatisfacción en su mundo emocional: no poder ponerse en contacto con su propia tristeza, no poder expresar enojo o expresarlo de una manera hiriente para las personas a su alrededor, no poder ser asertivo al comunicar sus necesidades y límites personales, dificultad al hacer lazos afectivos y conectar emocionalmente con otros, hipersensibilidad, irritabilidad, sentimientos de ser víctima o de instigador, miedo al abandono por decir unos cuantos.
        • Insatisfacción en su vida, desde síntomas de depresión, ansiedad, confusión crónica, sentimientos de vacío y falta de sentido.
        ¿Qué técnicas usas?

        Uso principalmente técnicas somáticas, contemplativas, transpersonales, sistemas de apego (relacionales), y de justicia social. En mi página principal menciono brevemente qué es cada una de estas técnicas.

        ¿Qué puedo esperar en una sesión?

        Las sesiones varían según lo que traiga y necesite cada persona en el momento de la terapia, y también según el entrenamiento o técnicas del terapeuta.

        Conmigo, puedes esperar que empecemos cada sesión con unos minutos de guía para ponerte en contacto con tu respiración, cuerpo y momento presente. Y desde ese lugar traer a la sesión lo que sea que estés añorando procesar. Debes saber que te voy a interrumpir e intervenir en tu narrativa (es mi trabajo y para eso me pagas) por varias razones: para ir a ritmo lento que es desconocido para la inercia de la mente intelectual, darle oportunidad a tu cuerpo de vivir lo que procesas no desde el intelecto sino desde sensaciones somáticas, y para que el sistema nervioso poco a poco se reprograme para sentirse a salvo en medio de la dificultad e incomodidad sin tener que resolver.

        También interrumpo porque parte de mi trabajo es ayudarte a observar patrones e historias que llevan operando por años por debajo de tu atención y consciencia plena y de los que es posible liberarte. A veces te voy a interrumpir para llevar la atención a la parte de la historia que me estás contando que se está quedando en las sombras y a veces es la que necesita de nuestra presencia. Otras veces voy a hacerte una invitación a una práctica en el momento que puede beneficiar lo que estamos tratando, siempre y solamente con tu aprobación y consentimiento.

        ¿Cómo saber si la terapia está funcionando?

        El éxito y la satisfacción de la relación terapéutica depende de muchos factores.

        Del lado del terapeuta:

        • El terapeuta puede poner su mejor esfuerzo para trabajar con clientes que sean una buena combinación de cliente-terapeuta incluyendo valores similares y química.
        • Es responsabilidad del terapeuta de seguir teniendo entrenamiento, conocimiento y propio apoyo profesional (supervisión, su propio terapeuta, mentor) para tratar las situaciones que traen sus clientes
        • La capacidad del terapeuta para sintonizar con lo que el cliente siente y en dónde está, por lo tanto practicar higiene emocional.
        • La disposición del terapeuta para presentarse lo más libre de juicios y sesgos que puedan interferir en la terapia y la habilidad del terapeuta de centrarse en lo que el cliente quiere lograr encima de los objetivos personales que el terapeuta pueda tener (con la excepción de la seguridad física del cliente que siempre es primero).
        • Reflejarle al cliente lo que ya hace bien que a veces es difícil para los clientes de ver: dónde está siendo consciente, honesto, compasivo, consistente

        Del lado del cliente: la terapia no es magia. Así como no existen pastillas mágicas que podamos tomar para sentirnos bien que sustituyan dormir mejor, comer mejor, mover nuestro cuerpo y alimentar nuestras relaciones personales y prácticas espirituales, la terapia tampoco va a cambiar nuestra vida sin nuestra entrega y devoción en todas las demás áreas de nuestra vida. Pero cuando estamos dispuestos a ser muy honestos con nosotros mismos, con nuestro terapeuta y poner nuestro esfuerzo para nuestro bienestar en diferentes áreas de nuestra vida, si terapia es exitosa con el tiempo vas a notar que:

        • nos sentimos más ligeros porque ya no cargamos las cosas solos
        • aprendemos nuevas maneras de comunicarnos en nuestras relaciones con más autenticidad y compasión
        • vamos sintiendo más confianza para hacer cosas que antes nos asustaban
        • nos dejamos de engañar a nosotros mismos y estamos más dispuestos a vernos como realmente somos con compasión
        • tenemos menos miedo a mostrarnos más auténticamente en nuestra vida, sin disminuirnos, sobre-compensar o manipular cómo nos perciben los demás
        • liberamos energía y atención, que antes estaba ocupada con angustia, ahora se libera para dedicar a cosas que queremos y nos importan
        • aumenta nuestra capacidad emocional (sentir mayores grados de bienestar y también poder sentir más la incomodidad sin derrumbarnos completamente)
        • tenemos más confianza de que vamos a poder lidiar con lo que venga porque tenemos el apoyo, las herramientas y las prácticas para ayudarnos en el proceso
        • disfrutamos de más conexión con nosotros mismos y más capacidad de conectar con otros
        ¿Por cuánto tiempo hacer terapia?

        Diferentes personas hacen terapia por diferente tiempo. La decisión siempre la tienes tú.

        Algunas personas vienen por unas semanas mientras pasan por algo particularmente difícil. Algunas personas vienen por semanalmente por algunos meses mientras encuentran dirección y adquieren claridad y herramientas, y luego dan continuidad una vez al mes por años. Otras personas vuelven con su terapeuta por temporadas cada vez que necesitan apoyo. Y algunas personas vienen consistentemente por años porque quieren seguir trabajando capas más adentro a medida que descubren más por explorar.

        La terapia es un proceso muy personal que implica: las necesidades del cliente, lo que esté pasando en su vida, el nivel de apoyo disponible en sus relaciones, disponibilidad de recursos financieros, si hay buena combinación con el terapeuta y si el cliente considera que tiene las herramientas para ayudarle.

        ¿Cómo escoger a un terapeuta adecuado para mi?

        Estudios confirman que uno de los elementos más importantes para el éxito de la terapia es la relación del cliente-terapeuta en sí. Si el terapeuta confía en que Estudios han confirmado una y otra vez que uno de los elementos que más impactan el éxito de la relación terapéutica es la relación terapeuta-cliente en sí. Esto se debe a que la relación con un ser humano es el elemento más sanador para los seres humanos. Al principio puede haber una etapa de acostumbrarse, conocerse, y adaptarse como en cualquier relación humana. Si llevas más de cuatro sesiones con tu terapeuta y todavía no te sientes seguro de que quieres seguir, puede ser que sea tiempo de buscar a otra persona. Algunas cosas que te puedes preguntar para escoger un terapeuta:

        • ¿sientes que puedes confiar en tu terapeuta? ¿Te se sientes visto, escuchado y contenido por tu terapeuta?
        • ¿te sientes beneficiado por el estilo y métodos de tu terapeuta?
        • ¿tiene tu terapeuta el entrenamiento y herramientas adecuadas para lo que quieres tratar y lo que quieres lograr?
        • ¿sientes o sabes si tu terapeuta confía en su habilidad para ayudarte?
        • ¿cuando das retroalimentación a tu terapeuta por algo que no sienta bien contigo o algo que quieras modificar en la terapia, te toma en cuenta?
        • ¿tu terapeuta toma en cuenta tus valores personales, prioridades y objetivos que le has comunicado para tu proceso terapéutico?
        • ¿hay algún comportamiento o mal uso de poder o control por parte de tu terapeuta?
        ¿Cuál es la diferencia entre psicoterapia y coaching?

        Los dos enfoques coinciden de algunas maneras: algunos aspectos de la terapia pueden ser más directivos y enfocados a tomar acción, y algunos aspectos del coaching se pueden ser terapéuticos. Es casi imposible no usar técnicas uno del otro. Pero en general, la psicoterapia y el coaching son procesos diferentes. Yo ofrezco los dos, y porque mi marco de estudios es la psicoterapia, mi estilo de coaching es terapéutico y tiene muchos elementos de terapia.

         

        Terapia

        Coaching

        El terapeuta está entrenado para trabajar con situaciones muy difíciles como trauma, depresión y ansiedad. Si el cliente quiere trabajarlos, hay herramientas para ello.

        A menos que el coach tenga entrenamientos específicos de cómo trabajar con trauma, depresión, ansiedad, estos no son temas tratados en coaching.

        Enfocado a lo que hay detrás de las necesidades del cliente: por ejemplo, si hay una mala comunicación, ayudar a explorar de dónde viene y qué está pasando que se repite el patrón.

        Enfocado a adquirir prácticas específicas, acciones, objetivos en el tema de especialidad del coach (espiritual, emocional, relacional, comunicación, hábitos, creencias, etc.)

        Tiene un ritmo más lento porque la historia familiar es muy relevante a lo que se presenta en la vida presente.

        Tiene ritmo más rápido porque integra prácticas funcionales para la vida presente sin dedicar tiempo al pasado.

        Gran parte del objetivo, además de nuevas herramientas, es que el cliente aprenda regular su sistema nervioso y tenga apoyo sólido a todo lo que va revelándose en el proceso terapéutico.

        Idealmente, el cliente ya ha hecho terapia y ya tiene recursos para regular su sistema nervioso, es altamente funcional en su vida y el cliente busca más que nada integrar conocimiento y prácticas nuevas a su vida.

        No tiene que tener un objetivo claro más que aumentar bienestar en general y ver qué lo está bloqueando.

        Por lo general tiene objetivos claros.

         

        ¿Qué pasa si no estoy de acuerdo con el terapeuta?

        Una de las principales funciones de la terapia es brindar al cliente con experiencias correctivas (ver primera pregunta para más). Una de las experiencias correctivas más comúnmente necesaria es la de poder disentir o estar en desacuerdo con nuestros seres queridos sin que “peligre” la relación. Expresar desacuerdo y/o escuchar que alguien está en desacuerdo con nosotros es difícil porque:

        • es una herida muy común si nuestros criadores (papás, maestros) cuando éramos niños no aceptaban que tuviéramos opiniones, sentimientos, necesidades, prioridades y deseos diferentes a ellos. Esto nos hacía sentir que no estábamos a salvo y nuestra seguridad estaba amenazada, porque de pequeños nuestro bienestar dependía totalmente de los adultos en nuestra vida y de otras personas que eran más grandes en tamaño, poder y acceso a recursos de supervivencia.
        • si de pequeños vivimos en un ambiente que fácilmente se volvía inestable, donde disentir era igual a caos, insultos, manipulación, o se retiraba el cariño a quien opinaba diferente. Aprendemos que no estar de acuerdo es igual a dolor en las relaciones y en muchos casos, abandono.
        • vivir en una cultura en la cual se valore mantener la paz y la diplomacia sobre conocer realmente a las personas y sobre mostrar nuestros sentimientos auténticos

        La psicoterapia es uno de los mejores lugares para practicar el no estar de acuerdo y tomar el riesgo que sentimos al expresarlo. Tu terapeuta debe tener las herramientas para:

        • animarte a decir lo que realmente sientes y poder sostener la relación aunque se piense de diferente manera.
        • adquirir el lenguaje para expresar desacuerdo y enojo sin violencia
        • practicar la comunicación auténtica, (hacerte cargo de tu propia experiencia sin hacer responsable a nadie más de nuestros sentimientos ni ocuparnos de los sentimientos de los demás con respecto a nuestra experiencia).

         Esto no incluye temas de derechos humanos como discriminación, racismo, sexismo, capazismo, xenofobia, etc. Aunque la terapia es un buen lugar para explorar nuestras propias creencias internalizadas, atentar contra un derecho humano puede ser una razón de peso para terminar con la relación terapéutica.

        ¿Qué pasa si quiero hacer terapia pero no lo puedo pagar?
        ¿Qué es la terapia somática y por qué incluir al cuerpo?
        ¿Por qué trabajar con Ana Sofía?